era un sueño
en mi templo interior,
en mi templo interior,
tú amanecías,
abrazado a mi cintura
en mi regazo con tu amor,
me florecían amapolas.
Mi sueño era realidad,
yo tocaba tu piel y
abrazado a mi cintura
en mi regazo con tu amor,
me florecían amapolas.
Mi sueño era realidad,
yo tocaba tu piel y
tú estabas,
dibujando en mi cuerpo
dibujando en mi cuerpo
un mapa
el que te llevaría por
el que te llevaría por
mis senderos y mi playa.
Luego al amarte,
Luego al amarte,
ya te vi distante,
como en la lejanía
como en la lejanía
inalcanzable,
estiraba mis brazos y
estiraba mis brazos y
no te podía tocar
ya estabas lejos y yo
ya estabas lejos y yo
en mi soledad.
La esperanza de verte
La esperanza de verte
es tan grande
el temor a que no
el temor a que no
se haga realidad,
me hablas amorosamente
me hablas amorosamente
y con ternura,
no sé, si creer a la
no sé, si creer a la
esperanza y esperarte
o dejar de soñar y
o dejar de soñar y
ver la realidad.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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