martes, 7 de septiembre de 2010

DICHOSO DE ESE AMOR... (DUETO)


Dichoso de ese amor,
que duerme mirando
con su pensamiento,
hacia el sur.

Cuando tu pensamiento
mira hacia el sur,
se ilumina con tu mirada,
me deslizo en tu baño,
me acaricias y me amas.

Serán tus besos el jabón
depositado con amor,
en la esponja de tu mano
para lavar la seda de la piel,
de tu hermosura.

Tus besos suaves y dulces
fueron el jabón,
que lavaron mi piel
con tanto amor y pasión.

Cubrirá tu bañera de rosas
y camelias,
para cromarse
con las sales más aromáticas
las que nacen del manantial,
de la fuente de tus entrañas
y brotan por los poros,
de tu sagrada corteza.


Mi manantial te sació
de tu sed de amor,
bebiste en mi divina fuente
brotó agua cristalina,
de mi rosa de pasión.
Dueto.
Autores
Lorenzo y Rosario.

EL ESPEJO DE TUS OJOS... (DUETO)


En el cosmos de tus ojos,
espejo donde me miro,
veo el arco iris fundirse,
cuando nacen los colores
después del llanto del cielo.

Cuando el cielo llora,
sus lágrimas brotan en mis ojos
es por ausencia de tu amor,
me dejó llena de abrojos.

Es el brotar de la vida,
rosa que en la tierra moras,
para deleite de los míos,
retoño enviado del cielo
al paraíso más terrenal.

Al paraíso deseo entrar
cogida de tu mano,
ahí poder ofrecerle
la inmensidad de mi ser,
a mi gran amor lejano.

Endulzando mi existencia
y anidando en mis entrañas,
ráfaga de sentimiento
cuerpo de fuego fecundo,
luz de manantial diáfana.

Tu existencia deseo endulzar,
tus entrañas penetraran
mi bóveda de suspiros,
el día será gris,
aunque brille mucho el sol,
aunque aparezca la luna
con brillante resplandor,
si tú, no estas conmigo.

Invades mi ser de amor,
integrándote en mis sueños
y amaneciendo en mi lecho.

En tu lecho deseo sentir,
los besos de tu boca
y que acaricies mi piel
y te mires en mis ojos,
en un bello amanecer.

Dueto

Autores.
Lorenzo y Rosario.

SI INTUYES... (DUETO)


Si intuyes que un desconocido
de sonrisa dulce, mirada tierna
y hoyuelo en la barbilla sigue
tus pasos,
escuchando embelesado
las notas musicales de
tus pisadas,
¡tranquila no gires la cabeza!
mantén las constantes
vitales activas.

Intuí que unos ojos me miraban,
seguían mis pasos,
no giré la cabeza
el desconocido seguía
atento a mis pisadas,
yo moría por ver su rostro,
esa dulce mirada.

Si sientes que el desconocido
clava su mirada en tu reverso
recorriendo la médula espinal
y aparcándola en tus nalgas
¡Tranquila, no gires la cabeza !
se recrea admirando la perfección
de la creación de Dios.

Al sentir aquella cálida mirada
mi reverso se estremeció,
el sonido de sus pisadas,
aunque pausadas
aceleró mi corazón.

Si sientes un suspiro
no cortes los fusibles,
un sentimiento de
deseo de amor se desprende
del desconocido,
por conocer tu anverso
femenino.

Él suspiró y Dios!!!
qué emoción,
seguía mi camino,
o admiraba mi belleza,
quizás sin conocerme,
de mi se enamoró.

Si para a tu vera
¡gira la cabeza ¡
solo quiere saber la hora
para cortejar, si al oscurecer
cuando se abre la puerta
circular reflectaria en el cielo,
o al amanecer con el canto
del gallo lanzando al viento
su primera canción.

El desconocido paró a mi vera
giré la cabeza y
sorprendida quedé,
era el hombre de mis sueños
con su hoyuelo en la barbilla,
en la hora circular,
con la mirada le transmití
la hora para cortejar,
al oscurecer cuando sale la luna
a iluminar los momentos
románticos de los enamorados
y extasiada quedé.

Dueto
Lorenzo y Rosario

BUSQUÉ DESESPERADO... (DUETO)


Busqué desesperado en la noche
mariposas de carmín
en bordes de cristal,
ni tan siquiera
una tránsfuga encontré.


Las mariposas que buscaste
eran mis besos de amor,
de mis labios rojos
dulce roce de pasión.


Entre claros y sombras
escuchando el murmullo
de los brindis,
levanté copa a copa
adentrando la mirada,
en el laberinto de posos
de la oquedad transparente.


La ausencia de mi boca
hacía que brindaras,
sin copa que te respondiera
mi mano yo levanté,
con mi copa y no chocó con la tuya,
la oquedad transparente,
amor estamos en la distancia.


Ni tan siquiera una lágrima
en vigilia encontré
queda la añoranza
de abrochar botón a botón
del abrigo de guata.


Alguien se acercó hacia ti
y tu ilusión por abrazarme,
pensaste que era yo
y galante y caballero
el abrigo le abrochaste.


La expresión de sorpresa
de la franca sonrisa
de la tez de seda
y las gracias de su dulce voz.


La expresión de sorpresa
de aquella sonrisa blanca
y el sonido de su voz,
confundiste con el mío
y al recordarme, de tus ojos
una lagrima brotó.

Dueto
Lorenzo y Rosario.

EN MIS SUEÑOS TE DESEO. (DUETO)


Tengo en la comisura de tu boca
el dulce gozo de la mía,
en el ocaso de la noche
acaricio con la curvatura
de mis labios,
los pliegues donde
todos los días
deslumbran con el carmín
a mis ojos.

Tus ojos al ver mis labios
enloquecen de dulzura
rojos carmin encendido
te ofrecen mis besos
con pasión y ternura.

En la oscuridad busco tan
ansiada fruta,
más dulce que el jugo
de la fresa,
y en silencio sigo la ruta
de tan ansiada boca
entreabierta.

Mi fruta fresca y sabrosa,
mi boca te la ofrece
como jugosa manzana
al morderla en mis labios,
con el jugo te estremeces.

El músculo hablador
explora el paladar
de la bóveda celestial,
iniciando mis dedos el descenso
hacia las formas del cuerpo,
sintiendo el calor
y la suavidad de la seda
que cubre tu ser.

Tus dedos se deslizan
por la suavidad de mi piel,
tus manos moldean mis caderas,
sobre tu cuerpo
me derrito en un
delicioso vaivén.

El tallo triste aletargado
recobró la alegría
y en tu morada disfrutó
de tu divina compañía,
gozoso lloró de felicidad
sembrando de semilla la rosa,
para llenarla de vida maravillosa.

El tallo depositó sus lágrimas
en una rosa divina,
floreció en primavera
con el gozo de nuestro amor,
dió su fruto la semilla,
porque nuestro amor creció.

Dueto
Autores

Lorenzo y Rosario.

lunes, 6 de septiembre de 2010

TU NOMBRE...



Tu nombre me sabe a flores,
perfumadas de primavera,
a aguas cantarinas
que corre, arrulla y ensueñan.
Tu nombre a mi me transporta
a un mundo de maravillas,
donde todo es remanso
luz clara y sol qué brilla.

Tu nombre a mi me contagia
de una ternura infinita,
me eleva hacia las estrellas
en una noche serena.

Tu nombre me sabe a sal,
pimienta y azúcar molida
porque eres todo eso,
amado Lorenzo
cuando entras en mi vida.

Rosario Ayllón.

Poetisa del Amor.

AMOR EN EL YATE...


En mi yate paseaba
cruzando por la bahía,
era noche de luna llena,
las gaviotas dormían.

Aquel crucero romántico
nunca lo podré olvidar,
en la cubierta del barco
a plena luz de la luna,
me comenzaste amar.

Cuando me viste desnuda
en mi cuerpo reflejaba su luz,
la luna con su magia
iluminó nuestro amor,
cómo me amaste mi vida,
con toda tu pasión.

Tus caricias y tus besos
nunca los olvidaré,
cómo abrazabas mi cuerpo
me hacías tuya,
yo moría de placer.

Tu boca era fuego
en mi piel ardiente,
entre el mar y el cielo
me amaste
con pasión y dulcemente.

Cuando llegó la alborada
aún seguías en mis brazos,
amándome con locura
tú gemías de placer,
aquella noche de amor
yo me sentí, muy mujer.

Rosario Ayllón.

Poetisa del Amor.

URGENCIA DE TUS OJOS...


Los ojos de mi amado son
dos llamas,
iluminan mi noche y mi día,
me despiertan en la alborada,
en sus brazos soy rosa
encendida.

Urgencia tengo amor,
de tus suspiros
que emergen vientos de
gloria en mi boca,
cuando me besas con el
néctar de tus labios
amor mío, mi urgencia
por tenerte se desboca.

Ayer me dijiste mi amado,
me regalarás un vestido
bordado de rosas,
en cada rosa van las emociones,
que despierto en
tu sentir de ansias locas.

Soy esencia,
y tú eres mi destino,
volaré con urgencia y alegría,
a tu encuentro, yo iré cantando
mi melodía de amor
y melancolía.

Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.

MI CUERPO HERMOSO.


Aquí tienes mi cuerpo
hermoso,
desnudo y lleno de amor
ámalo intensamente,
con toda tu pasión.

Acaríciame con la seda
de tus manos,
haz mis senos florecer,
con tus suaves caricias,
será inmenso placer.

Cogéme por mis caderas
cimbrea mi cuerpo sobre
el tuyo,
entra en mi cueva ardiente
y que corra tu manantial en
mi fuente.

Será un río de savia nueva
de tu cuerpo pasará al mío
será como el amor en primavera
mi cuerpo se estremece de placer
al sentir el río de tu cause muy
dentro de mi ser.

Rosario Ayllón.

Poetisa del Amor.

EL MAPA DE MI CUERPO.


El pequeño mapa
de mi lindo cuerpo,
tiene montañas y valles
y caminos muy bellos.

Y tiene un lago
que se llama boca,
es profundo y jugoso
báñate en él, con
dulzura y anhelo.

Te acogerá con amor
y te hará caricias
tan dulces e intensas
por ti, jamás vividas.

Sigue por mi cuello
hacia las montañas,
te espera una flor
dulce y sonrosada,
deleita tus labios
con esa hermosura
mis senos de azúcar
te darán ternura.

Sigue hacia el centro
Hallarás un lucero,
que te alumbrara
el camino mas bello,
sigue su luz y te llevará
a la cueva ardiente que
deseas alcanzar.

Entra hasta el fondo no
dudes un momento
vívela, gózala, con amor,
pasión y mucho sentimiento.


Y sin pausa sigue caminando,
llegaras al lugar prohibido
que tu estas buscando,
al llegar ahí, sé muy delicado
suave y mimoso
y con los pinceles de
tus finos dedos píntale acuarelas.

Para que sus puertas, se abran
sin prisa y entres en el cielo,
ese es tu deseo
y por eso yo,
tu amada poetisa,
te regala el mapa de
su bello cuerpo
llenito de amor.

Rosario Ayllón.

ME BESASTE...


Me besaste y tu boca
me busco el paladar,
que sensación mi vida
sentí,
no lo puedo explicar.

Tu lengua penetro mí
boca,
despertó mi lengua
que dormía
y al sentir el placer de
tu lengua,
fue placer, fue angustia,
fue delicia.
Que sensación extraña y
placentera
creo amor que nunca la
sentí,
dame tu boca y bebe de la
mía
deseo estar contigo,
siempre así.
Tu boca es miel, tu lengua
almíbar,
que dulce, amor mío está,
júntala con mi lengua
en un juego de amor, sin
parar.

Deseo ser bebida por tu
boca,
deseo beberme tu pasión,
deseo embriagarme de tus
labios,
no los separes nunca, de
la fuente de mi amor.

Bébete mi néctar
que embriaga, poséeme
embriagado de pasión,
quiero estar siempre contigo,
embriagada de amor.

Rosario Ayllón.

Poetisa del Amor.